A una semana de conmemorarse el Día Mundial de los Humedales, el biólogo pesquero y docente de la Universidad Nacional de Trujillo, Dr. Carlos A. Bocanegra García se constituyó en la zona protegida de los balsares de Huanchaco y constató como se sigue perdiendo estos totorales, debido a la erosión costera y arrojo de desmontes.
"Esta área de Huanchaco es patrimonio natural que sirve como paradero de aves y a la vez es el lugar donde crece la materia prima para fabricar los caballitos de totora, que es la cultura viva y el legado que recibimos de los antiguos habitantes de la costa norte del Perú", expresó el investigador.
Bocanegra García añadió que de perderse estas pozas se afectaría directamente el insumo para elaborar las embarcaciones de los pescadores de Huanchaco, y "sin caballitos de totora no habría pesca milenaria, y sin ésta no habría turismo, y sin turismo no se movería la economía de Huanchaco y de la región La Libertad".
El docente de la Escuela de Biología Pesquera recordó que inicialmente en la década de 1980 se contaban 200 totorales, pero el primer acto destructivo lo sufrieron los balsares cuando se construyó la carretera que une Huanchaco con Santiago de Cao, cuando lo mejor hubiera sido sobre el acantilado y no dividir en dos franjas el totoral.
En ese momento, no se respetó la Resolución Legislativa Nº 005-92AR-LL-VRHT (ordenanza del 23 de enero de 1992), que declaró "El Balsar de Huanchaco" como Área Regional Protegida, en la categoría de Reserva Extractiva, sobre una superficie de 46.72 has.
Dicha Resolución prohíbe dentro de los límites de la Reserva, realizar construcciones de vivienda, pozos artesanales, infraestructura vial para el tráfico pesado, apertura de canteras, arrojo de desmonte y cualquier otra actividad que impacte negativamente sobre los recursos naturales ubicados en la Reserva. Los integrantes de la Asociación de Pescadores del Balsar de Huanchaco, son los dueños de la tierra y quienes conducen las acciones de manejo de manera efectiva y sostenible.
El Dr. Bocanegra García igualmente demandó que se reglamente la Ley Nº: 30837 del año 2018 que es la “Ley que declara de interés nacional la pesca ancestral en caballito de totora; así como la recuperación, conservación y protección de la pesca ancestral en caballito de totora y de los balsares de Huanchaco (Trujillo-La Libertad)”.
Dicha ley precisa que el Gobierno Regional de La Libertad, en coordinación con el Ministerio del Ambiente a través del Servicio Nacional de Áreas Protegidas – Sernanp, el Ministerio de Agricultura y Riego, mediante la Autoridad Nacional del Agua – ANA, los Ministerios de Cultura y Producción, además de las municipalidades de Trujillo y Huanchaco, deberán elaboran un plan de acción para la recuperación, conservación y protección del Balsar de Totora y delimitar la zona reservada para la pesca ancestral en “Caballito de Totora”.
Luego, la otra gran amenaza que tienen los balsares de Huanchaco es la erosión costera que es causada por el molón retenedor de arena del puerto de Salaverry, que es un obstáculo que mide un kilómetro con 50 metros que ha retenido la arena hacia el sur de Salaverry.
“Ese obstáculo ha cambiado la dirección de las corrientes, el tren de olas y es por eso que esa fuerza golpeó duramente contra el litoral de Huanchaco, y en el caso de los totorales los ha reducido a menos de 80 pozas. El mayor impacto de esta fuerza ocurre en épocas de oleajes anómalos”, expresó.
Para afectar aún más el ecosistema frágil de los balsares, se pudo evidenciar que personas inescrupulosas no tienen ningún reparo en arrojar desmonte y basurales al costado de los humedales. "Lo peor es que han arrojado basura a los mismos pozos de totora", finalizó.