Un equipo de
investigadores de la Universidad Nacional de Trujillo (UNT) ha emprendido un
interesante proyecto titulado “Fitoncidas de especies nativas del Perú: un
enfoque prometedor para el tratamiento de trastornos mentales en la era
pospandemia”, que busca tratar enfermedades como la ansiedad y la depresión, a
través de las propiedades terapéuticas de plantas autóctonas peruanas.
El grupo de
trabajo, compuesto por expertos en química farmacéutica, psicología y medicina,
está liderado por la Dra. Marilú Roxana Soto Vásquez, investigadora principal y
docente de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UNT. Esta investigación
tendrá una duración de dos años y obtuvo un monto de inversión de 500 000
soles, tras ser uno de los 13 proyectos ganadores en la VII Convocatoria de
Proyectos de Ciencia y Tecnología de la UNT, los cuales son financiados con
recursos provenientes del canon minero.
“Nuestro
objetivo es descubrir nuevas alternativas para tratar esos trastornos mentales
que incrementaron en un 20 % con la pandemia del covid-19 y que siguen en
ascenso en nuestra sociedad. Actualmente, nos encontramos investigando la
composición química de plantas como la panizara, el molle, la menta, la muña,
entre otras especies nativas del Perú, y analizando sus propiedades”, explicó
la Dra. Soto.
La relevancia de
este proyecto radica en la significativa repercusión de estos trastornos en la
vida de las personas, especialmente cuando no son abordados a tiempo, que
pueden desencadenar en situaciones críticas. Por eso, la necesidad de aplicar
acciones de medicina preventiva se vuelve crucial en estos casos.
La recolección
de estas plantas medicinales se desarrolló en lugares como Salpo (Otuzco),
Huamachuco (Sánchez Carrión) y Santiago de Chuco, en La Libertad, así como en
Contumazá y Cajabamba, ubicados en Cajamarca.
Para la
encapsulación de los aceites esenciales, se planea adquirir equipos de última
generación como Spray dryer (secado por pulverización), Lector multiplaca
multimodal, Liofilizador y uno de Destilación a escala semi industrial. Estos
serán fundamentales para la elaboración de un prototipo final que pueda
aplicarse a personas que requieran tratamiento para estas enfermedades.
“Esperamos que
este nuevo producto que estamos desarrollando contribuya a reducir los niveles
de estrés y depresión en la población. Además, que esta iniciativa marca un
camino prometedor hacia soluciones más naturales y accesibles para los desafíos
de salud mental en la era pospandemia”, concluyó la Dra. Soto, evidenciando la
esperanza que impulsa esta innovadora investigación.