Un equipo de
investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de
Trujillo (UNT) ha logrado un hallazgo relevante para la ciencia
biomédica: la identificación de nuevas mutaciones cromosómicas vinculadas
al uso de la ivermectina, un medicamento ampliamente empleado durante la
pandemia de la COVID-19.
El estudio,
titulado “Efecto genotóxico de la ivermectina en células meristemáticas
de Allium cepa”, fue liderado por el Dr. Frans Allinson
Leiva Cabrera, docente del Departamento de Morfología Humana y miembro de
la Asamblea Universitaria de la UNT, junto a las doctoras María Nimia
Cruz Briceño, María Leticia Amésquita Cárdenas, Elena
de Jesús Alvarado León y Lucrecia Compen de Rojas.
La investigación
fue presentada recientemente en la VI Semana de Investigación
Científica organizada por la Red Peruana de Universidades,
encuentro que reunió a destacados científicos de todo el país. “Ser
seleccionados para exponer nuestro trabajo en un evento nacional de esta
envergadura es un honor y una gran responsabilidad. Representamos a la Facultad
de Medicina de la UNT y a todos los investigadores que trabajan con compromiso
por el avance científico”, expresó el Dr. Leiva Cabrera.
La investigación
empleó como modelo biológico las células meristemáticas de la cebolla (Allium
cepa), reconocidas por su eficacia en la detección de daños en el ADN. A
través de este sistema, el equipo analizó los efectos genotóxicos de
la ivermectina y encontró resultados inéditos: la aparición de tres nuevas
mutaciones cromosómicas, bautizadas como “cromosoma medusa”, “cromosoma
octopus” y “cromosoma umbrella”, debido a las formas
singulares observadas bajo el microscopio.
Estas estructuras
se diferencian de las mutaciones conocidas —como los puentes cromatínicos o los
micronúcleos— por su complejidad morfológica y posibles mecanismos celulares
distintos, lo que abre nuevas líneas de investigación.
“El
hallazgo de estas nuevas mutaciones nos invita a mantener una vigilancia
constante sobre los efectos genéticos de los fármacos de uso común”, advirtió
el investigador. “La ivermectina podría generar alteraciones
cromosómicas, por lo que su aplicación médica debe evaluarse con precaución y
bajo supervisión profesional”, agregó.
El equipo
continuará desarrollando esta línea de estudio en colaboración con otras
instituciones científicas, con el propósito de validar los resultados en
modelos biológicos más complejos y contribuir a una comprensión más profunda de
los posibles riesgos genéticos asociados al uso de medicamentos comunes.
Finalmente, el Dr.
Leiva Cabrera dirigió un mensaje a los jóvenes investigadores de la UNT: “La
curiosidad y la perseverancia son la esencia del científico. No teman hacer
preguntas y buscar respuestas con rigor, porque cada descubrimiento puede
marcar una diferencia en la salud y el bienestar de la sociedad”.
